Benito Pérez Galdós (1843-1920) es uno de los novelistas más destacados de la literatura española. Tras su primera novela, La fontana de oro, Galdós inicia los Episodios Nacionales, que terminan por componer cinco series dividas en 46 volúmenes. En su conjunto vienen a ser una recreación novelada de la historia de España desde Trafalgar hasta la restauración canovista. Concebidas desde la postura liberal que el autor defendía entonces, las dos primeras series —1873-1875 y 1875-1879— presentan una óptica dualista en la que la virtud y la verdad siempre están del lado liberal y moderno, en tanto que el defecto y la mentira parecen indefectiblemente unidos al sector tradicional y religioso. Su mismo estilo poco depurado y sus personajes rígidos y paradigmáticos, pero también su intensa dramática y su agilidad narrativa, son los rasgos que caracterizan al conjunto de novelas que, desde igual enfoque dialectico, escribió Galdós en esta primera etapa. De particular interés son Doña Perfecta y La familia de León Roch, cuyo tráfico desenlace final viene ambos casos motivado por la intransigencia y el fanatismo religioso.
Es una segunda etapa, el interés del autor abandona la defensa partidista de una tesis y se centra en la descripción realista de la sociedad madrileña de la segunda mitad del siglo. A ella pertenecen, entre otras, Lo prohibido, Miau, Realidad y, sobre todo, Fortunata y Jacinta, que relata los amores de la primera con Juanito Santa Cruz, esposo de la segunda. Esta novela, por su magistral descripción del ambiente cotidiano de la clase media madrileña, así como por su dialogo vivo y expresivo y su minuciosa pintura psicológica de los personajes, es comúnmente considerada como la obra cumbre de su producción.